Llevo unas semanas de laguna mental, sin escribir nada. Y es que últimamente no he tenido tiempo ni parar vivir, he estado estresadísima entre exámenes y mierdas de esas. Pero por suerte, it's over. ¡Soy libre!
Pues bien, el martes finalmente hice realidad uno de mis sueños, después de tanto tiempo esperándolo.
Veo todas sus fotos colgadas en mi pared y recuerdo todas las horas que me pasado mirándolas durante años, imaginando cómo sería ese día. Y entonces veo la entrada arrugada al lado, y millones de emociones me asaltan. Y yo sigo aquí, sin creérmelo. Sigo en la sala, justo después de que acabara el concierto, cuando se encendieron las luces y de pronto se empezaron a escuchar cosas cómo "¿tengo en pelo demasiado mal?" por Dios, ¿cómo podéis ser capaces de preocuparos por eso cuando yo acababa de vivir las mejores horas de toda mi vida entera? Sigo en el momento en que rompí a llorar como una niña pequeña, sin creerme lo que había pasado, y entonces vino una de mis mejores amigas a darme un buen abrazo, nos miramos a los ojos y lo entendimos todo. Y yo sólo era capaz de repetir "Joder, que les he visto".
Sigo allí, cuando empezó a sonar Shut Up! y yo sentí algo muy grande e inexpresable, algo que no había experimentado en la vida, al ver aparecer delante de mí a los 5 chicos canadienses que me han cambiado la vida. Os intentaría describir lo que sentí, pero es que fue demasiado. Espectacular. Sin duda, la mejor noche de mi vida.
No importa lo mal que lo pasé, los empujones que recibí, lo que me duele el cuerpo todavía. No importa lo aplastada que estuviera, porque os juro que en la vida había sido tan feliz.
Es cierto, Simple Plan no es sólo un grupo. Es el grupo. El primero. El que está a la altura de Sum 41 o de Avenged Sevenfold. E incluso me atrevería a decir que lo que me une a ellos es todavía más fuerte.
Muchos quizá no lo entenderéis, pero es que sentir tan cerca a ese grupo que en su momento fue toda tu vida entera, y que a día de hoy sigue siendo una gran parte de ti es algo muy, muy grande. Todas sus letras son algo así cómo la historia de mi vida.
Si ya les amaba incondicionalmente antes de ese bonito 13 de marzo, después de haber estado ahí, a escasos metros, aún les adoro mucho más, por imposible que parezca. En verdad, no sé si soy consciente todavía de ello. De lo que sí que soy consciente es de que son la razón de todo. Mi felicidad, mi primer paso, mi apoyo. Y estoy profundamente orgullosa de decir que Simple Plan saved my life. Seh, esos mismos que me enseñaron a no abandonar y a seguir adelante. Porque si algo me ha mantenido aquí son esas canciones suyas desgastadas de tantas escuchas pero de las que nunca me canso. Es cierto que últimamente no he pasado por una de las mejores épocas de mi vida. Pero sabía que cada día era un día menos para estar ahí, y eso me daba las fuerzas suficientes para continuar.
Los 5 o 6 segundos en los que Pierre me miró fijamente mientras cantaba Thank You fueron los segundos más felices de mi vida, os lo puedo asegurar. Me dio la sensación de que vivir merecía la pena. No importa lo mal que me sienta o lo sola que esté, porque sé que siempre les voy a tener a ellos, a mi lado. Sólo me hace falta coger esos auriculares de los que nunca me despego, y dejar que me recuerden que ellos son la razón que me hace falta para sonreír. Que son reales, ahora más que nunca.
Se me hace imposible seguir escribiendo sin que las lágrimas mojen mis mejillas.
Hay un antes y un después en mi vida después de This Song Saved My Life. Y más después de vivirla en directo.
Yo en el fondo sigo allí. Mientras la gente aplaudía y yo sólo era capaz de pensar una palabra: "Gracias." Millones de gracias.
Estoy sin palabras, así que supongo que esto se queda aquí. Ha quedado el texto medio desordenado e inconexo, pero es que a estas horas ya no doy para más. Ya lo repasaré otro día.
hyperinsomnia.
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