sábado, 27 de abril de 2013

Go bury yourself in a grave of lies.

Sábado por la tarde.
Ella miraba por la ventana sin realmente ver nada. Era un día lluvioso y le dolía la cabeza. Observaba el edificio que había estado al otro lado de la calle desde que ella era pequeña. Toda la vida había tenido las mismas vistas y nunca había encontrado nada de especial en ellas. Simplemente unas cuantas casas al otro lado de su pequeña calle. Se detuvo a observar las pequeñas gotas de lluvia depositadas en la baranda del balcón y de sólo imaginar el frío que sentiría si abriera la puerta se abrazó a si misma.

Llevaba días intentando encontrar de nuevo el sentido a su vida. A su vacía vida.
Probablemente tenía todo cuanto necesitaba, pero se sentía tremendamente vacía. Vacía y sola.
Y no era para llamar la atención. Ella quería ser una chica de esas que siempre sonríen. Una de esas chicas que sacan sus vestidos y sus faldas alegres a conjunto con sus sonrisas cuando llega de nuevo la primavera. Una de esas chicas que son capaces de querer a la gente que la quiere a ella también y en primer lugar.
Pero algo estaba mal.

Cuando notó que las cosas empezaban a funcionar mal ella sólo se escondió en sis vicios. Se encerró en si misma y se distanció del mundo real. Se distanció de aquellos que la querían, se negó a aceptar su ayuda.
Y ahora no era capaz de salir de aquello que ella misma había creado.
Pero esta primavera sólo le había traído días grises, nublados y llenos de lluvia que facilitaron la vuelta de sus antiguos fantasmas.

Aún así todavía era capaz de pasarlo bien a veces, y estaba intentando dejar algunos de sus vicios.
Había perdido "accidentalmente" el mechero, ahora en manos de alguien que siempre había sido un foco de atención en su vida; y quizá eso podría ser el comienzo de algo grande. Ese alguien le había hecho sentir viva de nuevo y le había hecho sentir eso que las chicas normales y enamoradas sienten en su estómago. Había estado con él y había soltado las gilipolleces típicas de cuando estaba nerviosa; y aún siendo algo con lo que había soñado durante tantos años, no se sentía cómoda con ello.
Igual todo eso no era para ella. Igual era sólo por miedo, pero quería frenarlo y volver hacia atrás. Sabía que no podría escribir una nueva página hasta que no dejara completamente acabado ese viejo capítulo de su vida que tantas veces había releído, que tantas veces le había -y le seguía- haciendo daño.
No era amor, era un capricho.

Toda su vida le habían explicado como se suponía que debía ser su adolescencia y lo que ella estaba viviendo ciertamente estaba a años luz .





hyperinsomnia.