jueves, 26 de julio de 2012

Al amanecer estaba rendido, mis piernas se movían solas y miraba con odio las ventanas tras las que dormían personas sin preocupaciones, pero junto con la confusión y el temor sentía crecer dentro de mí una fuerza nueva y desconocida, como si aquél acto de rebeldía estúpida fuese el primer paso para llegar a ser dueño de mí mismo. Comprendí que, en cierto modo, aún obrando sin razón y a costa de causar daño, me había puesto en camino de conseguir algo que me era esencial. Intuía que mi forma de expresarme en el mundo, de afrontar la vida, estaba predeterminada a llevar la impronta de la rebeldía y el dolor; tal vez es así como se madura siempre.

 Las pelirrojas traen mala suerte.

miércoles, 25 de julio de 2012

And I'm in the crowd but I'm all alone...

i'm addicted to the pain,
even more than words can say.

Hoy no es un buen día. Últimamente nunca es un buen día.
¿Cual es la definición de un buen día? ¿Un día en el que te sientes bien contigo mismo? ¿En el que todo sale a pedir de boca?
Pues no recuerdo cuando fue la última vez que tuve un buen día.

Echo de menos mi vida de antes.

¿Hay algo que pueda hacer para recuperar lo que era?

El verano me está dando demasiado tiempo para pensar y yo lo que necesito es mantenerme ocupada.



Always said her life was never meant to be. 
Stuck here living someone else's dream. 



hyperinsomnia.

martes, 24 de julio de 2012

We live and die for shit we don't need.

Eh. 
Despierta. Deja de confiar en la gente, todos te van a fallar por mucho que te prometan.
Las palabras no valen nada. Deja de creértelas, deja de ilusionarte. Sólo vas a tropezarte una y otra vez con ellas y descubrir que son todo mentiras bajo una bonita máscara de una belleza que te encandila y te hace sentir bien.
Que te hace sentir bien hasta que de deforma, mostrando su verdadera naturaleza.
Una naturaleza que todos compartimos.

¿Para qué engañarnos?
¿Para que luego el patinazo nos duela más y que las heridas de las rodillas y codos no nos curen nunca?
O igual sí, pero siempre quedará una cicatriz visible.
Una cicatriz que te recordará siempre el porqué está ahí. Porque olvidar no es tan fácil como todos quisiéramos que lo fuera. No, la vida no es justa, pero es lo que nos ha tocado. Y, o aprendes a afrontarla con una sonrisa o estás jodido. Si todo fuera fácil como esconderte debajo de las sábanas...


Si todo fuera tan bonito como cuando lo creemos cuando somos pequeños.


Si todo fuera para siempre.
Si todo fuera eterno.





















Estaríamos jodidos igual, qué importa.
Sólo te tienes a ti mismo, así que mejor empieza a llevarte bien con la persona que eres porque te vas a tener que aguantar durante muchos años.




hyperinsomnia.

viernes, 20 de julio de 2012

let's make this night last forever.

Creo que hacía tiempo que no me levantaba tan pronto. Pero ayer prácticamente no me importó que mi despertador sonara a las 5, sacándome de un ligero sueño que había durado apenas 2 horas.
No remoloneé mucho en la cama, porque en cuanto abrí los ojos y vi el gran poster de blink-182 adornando la pared de mi cama, pensé en lo que aquél día me esperaba y me levanté de la forma más rápida en la que jamás lo había hecho.
Vestirme, peinarme, desayunar (o al menos intentarlo) cómo si de un día normal se tratase, sólo que ese no lo era. Era el día. El día que había estado esperando durante meses, incluso durante años. Era el día en el que cumplía uno de mis mayores sueños, un sueño que creía que no se iba a hacer realidad. Cuando conoces a un grupo que se acaba de separar, nunca piensas que los llegarás a ver en directo. Por eso no es raro que tuviera los nervios a flor de piel y una histeria incontrolable en el cuerpo.
Pues bien, fui puntual por una vez en mi vida y llegué a la estación la primera. El tren salía a las 6.40 (cabe decir que si por mí hubiera sido, habría salido con el anterior). El viaje pasó bastante rápido y en menos de lo que nos dimos cuenta ya estábamos en plaça Espanya. Subimos a Montjuic casi volando y después de tener problemas para encontrar la entrada del Sant Jordi Club, finalmente llegamos a la cola. Nos espérabamos muchísima más gente de la que encontramos, a decir verdad. Como el sol nos pegaba en toda la cara, hicimos un esparcimiento por allí dónde había sombra; y todo iba de puta madre hasta que la gente que acababa de llegar empezó a ponerse dónde les salía de la puta de la polla. Cansancio, calor, y sobretodo muchos nervios, pero la mañana fue transcurriendo. De vez en cuando poníamos música, y cada vez que salía una canción de blink kaosdjldklewhdkjewfjce. Eso.
Vi a medio twitter repartido por la cola, cosa que me hacía mucha ilusión. El ambiente, la gente, todo era genial. Menos el sol que nos estaba dando bastante por culo.
A primera hora de la tarde se les antojó poner las vallas para la cola, algo que en mi opinión que deberían haber hecho mucho antes, porque aquello se convirtió en una avalancha de gente e insultos; y yo me estaba poniendo muy violenta. Me tocaba mucho las narices que gente que acababa de llegar estuviera delante de nosotros que llevábamos allí desde la mañana, o incluso delante de lo que habían dormido, que eso sí es tener demasiada cara.
Lo más gracioso de todo era que estábamos en pleno sol, sin una puta sombra. ¿He dicho ya que nos estábamos quemando de lo lindo? Es que no sé si os he comentado que durante toda la mañana ya nos habíamos estado asando; y que estábamos apretados como putas sardinas como si del concierto se tratase cuando aún faltaban 4 horas para que abriesen puertas. Pensaba que no iba a aguantar tanto tiempo debajo de ese sol, pero las botellas de agua que nos echábamos por encima (demacración máxima la que llevábamos, por cierto) las risas y las infinitas ganas de ver a Mark, Tom y Travis en acción podían con todo. Sólo podía rezar para que todo mereciera la pena y para que llegaran las 7 y media de una vez.
Nos pasamos media tarde andando de la cola a la fuente, y viceversa. No estábamos empezando a quemar y estábamos agotados y aún quedaban horas.
De pronto apareció una chavala con un micro y un cámara. Y en un momento estábamos todos gritando "blinkuaneigtitúuuuuuu" y respondiendo a las típicas preguntas. "Es la primera vez que les veo", "Mi favorito es...blablabla" y acabamos gritando "tridenttwwiiiiiisttttttt, el mundo a tu rolloooooooooo". En general un poco penoso todo, sobretodo por las pintas que llevábamos. Luego nos veremos y lloraremos, pero lo que me llegué a reír con la tontería fue monumental.
Yo me moría de ganas de que llegara Carlos con Marcus, y en una de esas vi un coche rojo que llegaba y salí corriendo rezando para no tropezar y caerme para darle un abrazo de esos que te espachurran a Marcus.
Cada vez quedaba menos y los nervios aumentaban. La histeria contenida estaba empezando a salir.
'¡Una hora!', '¡Media horaaaaaaa!', '¡!Veinte minutoooos!', '¡Quince minutooos!' 'Diez minutooooooos' CLARA QUE TE CALLES YA.
Así fueron pasando los minutos y así la cola empezó a avanzar.
Después de darle la entrada al segurata con cara de mala leche que me la destrozó completamente por un lado (muchas gracias, majo) esperé a que estuviéramos todos dentro para no esparcirnos demasiado antes de empezar, y entonces corrí como no lo había hecho en mi vida hacia dentro.
Eh, ¡no corráis! ¡Con calma! - típicos seguratas o lo que sean que te intentan detener, supongo que por miedo a que te abras la cabeza antes de que todo empiece o de que se líe una escabechina.
¿Calma? ¿En serio? ¿CALMA?
En aquellos momentos desconocía el significado de aquella palabra.
Nos apelotanamos rápidamente, la gente seguía entrando y yo tenía que contener mis ganas de gritar al ver que tenía el micro que un par de horas más tarde utilizaría, ni más ni menos, que Mark Hoppus delante de mis narices.
Media hora eterna hasta que salieron los teloneros, The All-American Rejects, con un buen rollo que contagiaban. Disfruté con las pocas que conocía: Dirty Little Secret, Move Along, It Ends Tonight, Gives You Hell (con la que acabaron) y seguramente alguna más que se me ha olvidado. En menos de media hora el escenario volvía a estar vacío. Lo habían hecho bien, pero nada comparado con lo que nos esperaba después.
Salieron los técnicos de sonido de blink, que parecía que nuuuuunca iban a marcharse. Yo sólo rezaba para que la media hora que faltaba pasase rápido, y que no me fueran de divas y salieran puntuales. Y así fue.
Asomó una cabeza. Una cresta. Un bajo. Mark Hoppus se acercaba. Aún no alcanzaba a ver a los otros dos, pero las primeras notas de Feeling This sonaron y la locura se desató. Gritos. Muchos gritos. Emoción. Incluso lágrimas. Felicidad en estado puro.
Travis a la batería. La voz peculiar de Tom. Todo parecía un sueño. Pero no, allí estábamos. 9382493724832 personas en tan sólo un metro cuadrado, empujándonos y compartiendo un mismo sentimiento. Pasando los mejores momentos de nuestras vidas.
Up All Night transcurrió normal, y más tarde The Rock Show y What's My Age Again? fueron una completa locura. Sentía que me iba a dejar la voz o la vida, pero era feliz. Más tarde nos encontrábamos cantando Down, y luego fue el turno de I Miss You, los minutos más tranquilos y emotivos de toda la noche.
Siguieron con Wishing Well, Dumpweed, Always, Violence, After Midnight, First Date... todo estaba pasando demasiado deprisa. Todo estaba siendo demasiado perfecto. Siguieron con Heart's All Gone, Man Overboard, Ghost On The Dancefloor, y las míticas All The Smal Things y Josie en las que nosotros, el público, lo dimos todo.
Dejaron el escenario. Todo a oscuras. Aquello era un baño de sudor y lágrimas. Yo creía que me iba a morir porque no podía más.
Después de unos minutos de relativa tranquilidad para recuperar un poco de aire, apareció el señor Barker para demostrarnos una vez más porque era el rey de las baquetas. No tenía ninguna duda de que lo era, pero después de verle en acción con el solo que se marcó, quedó más que confirmado. Todos a sus pies. Voces coreaban su nombre. 
Y creo que las canciones que más disfruté fueron las tres últimas: Carousel, Dammit y Family Reunion. (también pudimos cantar Fuck A Dog y Blow Job, cosa que me encantó. Pero no recuerdo en qué momentos jajajaja)
Moshes, saltos, todos los que estábamos en la sala empapadísimos de sudor (en otras circunstancias me hubiera dado un asco tremendo JAJAJAJAJ), confeti, un Mark lleno de energía tirando púas y su adorable hijo repartiendo pegatinas (tengo que decir que Tom me decepcionó al no moverse en todo el concierto de su sitio, al contrario que Mark), gritos, thanks yous' y cosas varias. Necesidad de tirarme al suelo y acabar con toda el agua sobre la faz de la tierra.

Y eso fue. Cuando acabe de asumir y sea consciente de todo lo que viví me entrará la depresión post-concierto más bestia de mi vida, ya que el mejor concierto de mi vida no se merece menos.

Lágrimas, muchas lágrimas.
No puedo creerlo.


Gracias blink-182. Infinitas gracias. Ahora y siempre.


(No tengo fotos ni vídeos porque estaba demasiado ocupada viviendo las mejores horas ever)


hyperinsomnia.


no me ha dado tiempo de acabar de escribir la entrada bien, sorry.