Estoy tan fuera de lugar, estoy tan perdida, tan apática. Más de lo que nunca lo había estado en la vida. Débil, escondida bajo un decaído blindaje que aparenta esa seguridad que me falta. Engañándome a mí misma minuto tras minuto, creyendo que voy a ser capaz de cambiar, alimentando mi propio auto-desprecio. Mentiras tras mentira. Demasiadas cicatrices ya, algunas de las cuales nunca van a curar. Dudo que haya alguien ahí fuera capaz de entenderme, alguien que sea realmente capaz de salvarme.
Odio esta maldita sensación de impotencia, de tener demasiadas cosas que decir y no saber como expresarlas. Cada día se me hace más difícil. Intentas no pensar en ello, creer que todo ha pasado, pero no es así. Te escondes en tus vicios, entre las sábanas por la mañana. No soportas a la mitad de gente que está a tu alrededor, eres borde con ellos aunque ellos sean amables contigo. Sabes que algo no va bien y luchas por averiguar qué es, pero llevas demasiado tiempo enfrentándote a ello y tus ganas de seguir cada vez son menos. Quizá debería darme cuenta ya de que estoy huyendo de mí misma.
Te conviertes en una sombra de lo que fuiste, en aquello que siempre has odiado y haces lo que te prometiste que nunca harías. Te das cuenta de que las promesas han perdido su sentido moral. Podría seguir escribiendo, pero sólo haría que mis palabras perdieran todavía más el sentido del que ya carecen.
hyperinsomnia.
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