Pensar nunca es bueno. Cometer estupideces una detrás de otra parece que se ha convertido en mi hobby favorito. Sentarme simplemente a ver pasar el tiempo, no siendo lo suficientemente fuerte para empezar a tomar parte de algo, para enfrentarme a mis temores e inseguridades. Todo son incorrecciones por mi parte, parece que últimamente no hago nada bien a parte de quejarme y compadecerme de mí misma.
La despreocupación, la alegría. Esa irresponsabilidad a veces. Las sonrisas sin motivo. Todo eso se ha convertido en algo que me empieza a sonar extraño.
¿Qué te queda cuando te das cuenta de que nunca has tenido nada? Nada que te haga especial. Sólo cosas que te hacen ser diferente y al mismo tiempo igual que los demás. Una persona más perdida en un mundo cada vez más insufrible.
Cansada de pretender no existir y de gritar en silencio.
Se acabó esa mierda. Pero esta vez no es como todas los demás que se han consumido quedando en un simple intento fallido más de tantos muchos, y cómo palabras vacías que eran se las ha llevado el viento. Esto es un "vamos a aprovechar que estamos aquí, y a vivir de una vez, porque de todas formas no vamos a salir vivos". Aunque sólo sea por mi gran orgullo, ese que no voy a permitir que pisoteen más.
A pesar de todo, sé siempre hay cosas buenas por insignificantes que sean. Pequeños rayos de luz que le dan color a tu vida teñida de un color gris monótono.
When nothing makes sense, but you're too young to even care. |
hyperinsomnia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario