Estoy harta del mundo que me rodea, estoy harta de todo.
¿La razón? No hay ninguna en especial. Sólo que me levanté lunes sin ganas de nada, sin saber de dónde iba a sacar las fuerzas para afrontar la semana entera. Y aquí sigo, pretendiendo estar bien. Sonriendo, que es lo que más amo después de la música. Pero no es una sonrisa de ésas totalmente sinceras y transparentes. Más bien es de las forzadas y medio falsas, de las que esconden algo, de las que se quiebran a la más mínima. De ésas que muestras para que los demás no se percaten del caos de emociones que estás hecha por dentro y ni se planteen la posibilidad de preguntarte si estás bien. Porqué no lo estás. No sabes la razón. O no quieres dar explicaciones. Sabes que en el fondo a nadie le interesa una mierda lo que te pueda estar pasando. No quieres falsa compasión.
Pero no es fácil callar y esperar a que, simplemente, se pase.
Últimamente me siento tan fuera de lugar, cómo si no tuviera nada que hacer aquí ni con las personas que me rodean. Sí, es triste. A pesar de estar rodeada de gente, gente que me hace feliz y que me apoya cuando lo necesito, personas dispuestas a escucharme; no puedo evitar sentirme sola a veces.
Quizá lo que me falta es esa persona. Esa persona que sabes que te va a hacer sonreís y dejar esa sonrisa tonta permanente en tu cara.
Te guardas tus emociones y sentimientos, tragas mentira tras mentira. Llega el momento en el que necesitas sacar fuera toda esta mierda. Y no encuentras la manera.
A n d h o w I m i s s s o m e o n e t o h o l d w h e n h o p e b e g i n s t o f a d e .
Días en los que todo te queda grande. De todo se te hace un mundo.
hyperinsomnia.
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