miércoles, 10 de octubre de 2012

I'm bad news, in the best way.

Yo soy esa que se ríe más alto que nadie pero que está más jodida por dentro que todos vosotros. La que no lo reconocerá por su orgullo pisoteado ya.
Esa que en invierno sobrevive metida dentro de una sudadera de A7X y a base de café.
Soy esa que se queja constantemente y que grita demasiado, esa que a veces llama demasiado la atención.
Soy esa que intenta caminar con la cabeza bien alta hasta que pega un tropezón
Soy muchas cosas que no se ven. Soy muchas cosas que nunca te diré. Soy la que más secretos tiene y a la vez la que más transmite. Soy un libro abierto para las personas que me conocen, y todo un mundo para aquellos que no lo hacen. Soy complicada y extraña. Soy inocente pero a la vez retorcida. Me gusto a ratos. Me odio el resto del tiempo. Soy la que presume de gusto musical. Soy la que tiene unos principios e ideologías sólidas, la que no soporta ser pisada. Soy la que no se puede morder la lengua la mayoría de las veces. La que habla sin pensar. La que actúa por impulsividad. La que calla demasiado o no deja nunca de hablar. La que sueña demasiado. La que adora los abrazos y las sonrisas por la mañana. La que tiembla de frío siempre. La que tiene 92384927 grupos favoritos y no se puede decidir por ninguno. La que pierde las púas, los clips, los calcetines, las horquillas, los papeles e incluso los imperdibles.
Soy esa persona a la que le brillan los ojos cuando habla de ti. Soy esa persona que sonríe por la calle cuando va enchufada a su iPod. Soy de esas que no se despegan nunca de los auriculares. Soy esa a la que los padres no entienden. También soy de esas que tienen las paredes de la habitación prácticamente forradas con fotos y pósters de sus profundas obsesiones. Soy esa a la que le dicen que está demasiado obsesionada. Soy la que piensa demasiado. Soy la que se hace la dura pero en verdad es más sensible que tú. Soy la que tiene una parte ñoña que sólo a veces. La que lo daría todo por sus amigos. La que no encaja en la sociedad. La que sueña con el anarquismo. La que agradece las cosas una y otra vez.
Soy la que un día es la persona más tímida de la tierra y al día siguiente pierde la vergüenza. La que mantiene una relación amor-odio con el vodka. La que siempre negará que el mechero es suyo. La que te puede estar 983724892 horas hablando sobre un concierto. Esa a la que los mosquitos se comen viva en verano. La que se puede acabar un libro de 800 páginas en dos días. Esa a la que ya no le importa lo que piensen de ella. La que se estresa con facilidad. No soy todo lo que aparento ni aparento todo lo que soy.
Soy la que no te da su Twitter si no me apetece. Soy a la que le dan ganas de mandarlo todo a la mierda constantemente. Soy pesimista. Soy la que se bloquea con los problemas de dibujo técnico y se pone de los nervios. Soy la que tiene ganas de vivir, pero sólo a ratos. Soy la que llega impuntual. Soy de esas personas que sienten un placer especial por comprarse CDs. De las que se quedan empanadas por las mañanas sentadas en la cama mirando el suelo. Soy de esas que andan con Vans en los pies. Soy esa a la que se le corre el lápiz de ojos. Soy esa a la que no le gusta ser una molestia. La que a veces confía demasiado rápido en la gente y luego se lleva una gran decepción. Soy la que te dice que te odia cuando tiene ganas de estar contigo. La que le da golpes al mando cuando las pilas no funcionan. Soy esa torpe que se va dando golpes por todos sitios. La que jura que no volverá a beber después de una mala noche. Soy la que se presenta en una primera cita con una sudadera y una camiseta ancha. Soy la que siempre se da cuenta de todo tarde. La que se ríe en clase cuando todo el mundo está en silencio. La que se pelea con su hermano por todo. La que no sabe qué carrera va a estudiar ni qué va a hacer con su vida. La que está enamorada de demasiados integrantes de grupos que ni siquiera saben de su existencia. La que quiere llenarse la piel de tinta aunque sus padres la echen de casa por ello. La que cada vez está más asqueada de la gente. Soy esa que no suelta más que palabrotas. Soy esa gritona que tiene la voz de pito. Soy esa que siempre se sienta mal en clase. La que se duerme en historia. Soy esa a la que le encanta el inglés. Soy olvidadiza, pero no para todo lo que me gustaría. Soy la que se alegra de no ser como los demás. Soy la que tiene mala hostia. Soy la que a veces no sabe qué decir para hacer sentir mejor a alguien pero que realmente se preocupa. Soy la que se muere de ganas de hablarte pero no lo hace por miedo a molestarte. La que twittea demasiado. La que se pasa el día cantando.
Soy la que está escribiendo esto cuando debería estar estudiando.
"Don't be what you're told to be. Follow your own path. Be your own person. Don't get held down by everyone else."


No se quién soy, sólo se que soy un conjunto de cosas que no sé si estás dispuesto a querer conocer.

hyperinsomnia.

sábado, 22 de septiembre de 2012

late thoughts.

Cuando algo supone un reto ya no nos gusta.
Al principio nos excita, ese no saber qué pasará.
La incertidumbre.

Pero con el tiempo la incertidumbre se convierte en frustración. Y abandonamos.
Culpamos... A todo. Menos a nosotros mismos, cuando sabemos en el fondo que esa culpa es nuestra, que nos pertenece. Porque si de verdad deseábamos tanto eso, en vez de sentarnos en cualquier esquina a llorar huyendo de nosotros mismos y sintiéndonos patéticos hubiéramos luchado con las uñas por eso como si el respirar nos fuera en ello.
Y ¿es por que no lo queremos conseguir o es porque estamos tan acostumbrados a tenerlo todo de una forma aburridamente fácil que los retos nos acobardan, nos hacen echarnos atrás?

Queremos lo que no tenemos. No nos damos cuenta de lo que tenemos.
Vivimos en un bucle.

We're living in repitition.


hyperinsomnia.


Ps: Carlos no sé si vas a leer esto pero juro que en mi mente había algo mejor, sólo que está tan desordenado que no puedo sacarlo. Y ya es tarde y estoy agotada. Prometo algo mejor, pronto.

martes, 21 de agosto de 2012

negative creep.


Quiero pensar que el destino pone piedras en nuestro camino no porque sea un hijo de puta, sino porque pretende vernos avanzar y crecer como personas a cada paso y a cada caída. 

Somos piezas realmente insignificantes dentro de un conjunto, así que ¿por qué alguien o algo debería preocuparse de nuestra existencia e incluso tomarse la libertad de irrumpir en ella?

Es por eso que no creo en el destino ni en las casualidades. Sí, es cierto que seguramente todo ocurre por una razón, que todo tiene un motivo aunque éste esté oculto. Pero somos nosotros los que escribimos nuestra propia historia. Cada tropiezo nos lo hemos buscado nosotros mismos con actos anteriores. Cada paso avanzado, en el fondo sabemos que no es en vano y que nos va a conducir a algo. No somos conscientes de ello, pero tampoco podemos evitarlo.

¿Quiero decir con esto que debemos  recapacitar sobre todas nuestras decisiones? Dudo que nunca encuentre una respuesta para esto.
Yo esta libertad de la que disfrutamos me la tomaría más bien como una condena. Estamos condenados a tomar decisiones, y si no son las correctas nos torturamos hasta la saciedad.

Si todo nos viniera escrito y decidido no existirían sentimientos tales como la culpabilidad o los horribles reproches. Sería todo más sencillo y llevadero, pero también mucho más monótono y gris. Aburrido, sin emoción.

Igual no aprendemos de un error a la primera, pero a la que nos hemos dado de hostias con la misma pared 50 veces seguidas ya nos empezamos a dar cuenta de que algo falla. Crecer como persona es duro. Crecer a secas ya lo es. Pero es algo inevitable y que nos acabará conduciendo a un fin.

La vida carece de sentido, así que antes de que nos joda ella a nosotros hay que patearla y decirte que ahí estás tú, que es tu vida y que vas a hacer lo que te salga de las narices con ella.

























hyperinsomnia.

jueves, 26 de julio de 2012

Al amanecer estaba rendido, mis piernas se movían solas y miraba con odio las ventanas tras las que dormían personas sin preocupaciones, pero junto con la confusión y el temor sentía crecer dentro de mí una fuerza nueva y desconocida, como si aquél acto de rebeldía estúpida fuese el primer paso para llegar a ser dueño de mí mismo. Comprendí que, en cierto modo, aún obrando sin razón y a costa de causar daño, me había puesto en camino de conseguir algo que me era esencial. Intuía que mi forma de expresarme en el mundo, de afrontar la vida, estaba predeterminada a llevar la impronta de la rebeldía y el dolor; tal vez es así como se madura siempre.

 Las pelirrojas traen mala suerte.

miércoles, 25 de julio de 2012

And I'm in the crowd but I'm all alone...

i'm addicted to the pain,
even more than words can say.

Hoy no es un buen día. Últimamente nunca es un buen día.
¿Cual es la definición de un buen día? ¿Un día en el que te sientes bien contigo mismo? ¿En el que todo sale a pedir de boca?
Pues no recuerdo cuando fue la última vez que tuve un buen día.

Echo de menos mi vida de antes.

¿Hay algo que pueda hacer para recuperar lo que era?

El verano me está dando demasiado tiempo para pensar y yo lo que necesito es mantenerme ocupada.



Always said her life was never meant to be. 
Stuck here living someone else's dream. 



hyperinsomnia.

martes, 24 de julio de 2012

We live and die for shit we don't need.

Eh. 
Despierta. Deja de confiar en la gente, todos te van a fallar por mucho que te prometan.
Las palabras no valen nada. Deja de creértelas, deja de ilusionarte. Sólo vas a tropezarte una y otra vez con ellas y descubrir que son todo mentiras bajo una bonita máscara de una belleza que te encandila y te hace sentir bien.
Que te hace sentir bien hasta que de deforma, mostrando su verdadera naturaleza.
Una naturaleza que todos compartimos.

¿Para qué engañarnos?
¿Para que luego el patinazo nos duela más y que las heridas de las rodillas y codos no nos curen nunca?
O igual sí, pero siempre quedará una cicatriz visible.
Una cicatriz que te recordará siempre el porqué está ahí. Porque olvidar no es tan fácil como todos quisiéramos que lo fuera. No, la vida no es justa, pero es lo que nos ha tocado. Y, o aprendes a afrontarla con una sonrisa o estás jodido. Si todo fuera fácil como esconderte debajo de las sábanas...


Si todo fuera tan bonito como cuando lo creemos cuando somos pequeños.


Si todo fuera para siempre.
Si todo fuera eterno.





















Estaríamos jodidos igual, qué importa.
Sólo te tienes a ti mismo, así que mejor empieza a llevarte bien con la persona que eres porque te vas a tener que aguantar durante muchos años.




hyperinsomnia.

viernes, 20 de julio de 2012

let's make this night last forever.

Creo que hacía tiempo que no me levantaba tan pronto. Pero ayer prácticamente no me importó que mi despertador sonara a las 5, sacándome de un ligero sueño que había durado apenas 2 horas.
No remoloneé mucho en la cama, porque en cuanto abrí los ojos y vi el gran poster de blink-182 adornando la pared de mi cama, pensé en lo que aquél día me esperaba y me levanté de la forma más rápida en la que jamás lo había hecho.
Vestirme, peinarme, desayunar (o al menos intentarlo) cómo si de un día normal se tratase, sólo que ese no lo era. Era el día. El día que había estado esperando durante meses, incluso durante años. Era el día en el que cumplía uno de mis mayores sueños, un sueño que creía que no se iba a hacer realidad. Cuando conoces a un grupo que se acaba de separar, nunca piensas que los llegarás a ver en directo. Por eso no es raro que tuviera los nervios a flor de piel y una histeria incontrolable en el cuerpo.
Pues bien, fui puntual por una vez en mi vida y llegué a la estación la primera. El tren salía a las 6.40 (cabe decir que si por mí hubiera sido, habría salido con el anterior). El viaje pasó bastante rápido y en menos de lo que nos dimos cuenta ya estábamos en plaça Espanya. Subimos a Montjuic casi volando y después de tener problemas para encontrar la entrada del Sant Jordi Club, finalmente llegamos a la cola. Nos espérabamos muchísima más gente de la que encontramos, a decir verdad. Como el sol nos pegaba en toda la cara, hicimos un esparcimiento por allí dónde había sombra; y todo iba de puta madre hasta que la gente que acababa de llegar empezó a ponerse dónde les salía de la puta de la polla. Cansancio, calor, y sobretodo muchos nervios, pero la mañana fue transcurriendo. De vez en cuando poníamos música, y cada vez que salía una canción de blink kaosdjldklewhdkjewfjce. Eso.
Vi a medio twitter repartido por la cola, cosa que me hacía mucha ilusión. El ambiente, la gente, todo era genial. Menos el sol que nos estaba dando bastante por culo.
A primera hora de la tarde se les antojó poner las vallas para la cola, algo que en mi opinión que deberían haber hecho mucho antes, porque aquello se convirtió en una avalancha de gente e insultos; y yo me estaba poniendo muy violenta. Me tocaba mucho las narices que gente que acababa de llegar estuviera delante de nosotros que llevábamos allí desde la mañana, o incluso delante de lo que habían dormido, que eso sí es tener demasiada cara.
Lo más gracioso de todo era que estábamos en pleno sol, sin una puta sombra. ¿He dicho ya que nos estábamos quemando de lo lindo? Es que no sé si os he comentado que durante toda la mañana ya nos habíamos estado asando; y que estábamos apretados como putas sardinas como si del concierto se tratase cuando aún faltaban 4 horas para que abriesen puertas. Pensaba que no iba a aguantar tanto tiempo debajo de ese sol, pero las botellas de agua que nos echábamos por encima (demacración máxima la que llevábamos, por cierto) las risas y las infinitas ganas de ver a Mark, Tom y Travis en acción podían con todo. Sólo podía rezar para que todo mereciera la pena y para que llegaran las 7 y media de una vez.
Nos pasamos media tarde andando de la cola a la fuente, y viceversa. No estábamos empezando a quemar y estábamos agotados y aún quedaban horas.
De pronto apareció una chavala con un micro y un cámara. Y en un momento estábamos todos gritando "blinkuaneigtitúuuuuuu" y respondiendo a las típicas preguntas. "Es la primera vez que les veo", "Mi favorito es...blablabla" y acabamos gritando "tridenttwwiiiiiisttttttt, el mundo a tu rolloooooooooo". En general un poco penoso todo, sobretodo por las pintas que llevábamos. Luego nos veremos y lloraremos, pero lo que me llegué a reír con la tontería fue monumental.
Yo me moría de ganas de que llegara Carlos con Marcus, y en una de esas vi un coche rojo que llegaba y salí corriendo rezando para no tropezar y caerme para darle un abrazo de esos que te espachurran a Marcus.
Cada vez quedaba menos y los nervios aumentaban. La histeria contenida estaba empezando a salir.
'¡Una hora!', '¡Media horaaaaaaa!', '¡!Veinte minutoooos!', '¡Quince minutooos!' 'Diez minutooooooos' CLARA QUE TE CALLES YA.
Así fueron pasando los minutos y así la cola empezó a avanzar.
Después de darle la entrada al segurata con cara de mala leche que me la destrozó completamente por un lado (muchas gracias, majo) esperé a que estuviéramos todos dentro para no esparcirnos demasiado antes de empezar, y entonces corrí como no lo había hecho en mi vida hacia dentro.
Eh, ¡no corráis! ¡Con calma! - típicos seguratas o lo que sean que te intentan detener, supongo que por miedo a que te abras la cabeza antes de que todo empiece o de que se líe una escabechina.
¿Calma? ¿En serio? ¿CALMA?
En aquellos momentos desconocía el significado de aquella palabra.
Nos apelotanamos rápidamente, la gente seguía entrando y yo tenía que contener mis ganas de gritar al ver que tenía el micro que un par de horas más tarde utilizaría, ni más ni menos, que Mark Hoppus delante de mis narices.
Media hora eterna hasta que salieron los teloneros, The All-American Rejects, con un buen rollo que contagiaban. Disfruté con las pocas que conocía: Dirty Little Secret, Move Along, It Ends Tonight, Gives You Hell (con la que acabaron) y seguramente alguna más que se me ha olvidado. En menos de media hora el escenario volvía a estar vacío. Lo habían hecho bien, pero nada comparado con lo que nos esperaba después.
Salieron los técnicos de sonido de blink, que parecía que nuuuuunca iban a marcharse. Yo sólo rezaba para que la media hora que faltaba pasase rápido, y que no me fueran de divas y salieran puntuales. Y así fue.
Asomó una cabeza. Una cresta. Un bajo. Mark Hoppus se acercaba. Aún no alcanzaba a ver a los otros dos, pero las primeras notas de Feeling This sonaron y la locura se desató. Gritos. Muchos gritos. Emoción. Incluso lágrimas. Felicidad en estado puro.
Travis a la batería. La voz peculiar de Tom. Todo parecía un sueño. Pero no, allí estábamos. 9382493724832 personas en tan sólo un metro cuadrado, empujándonos y compartiendo un mismo sentimiento. Pasando los mejores momentos de nuestras vidas.
Up All Night transcurrió normal, y más tarde The Rock Show y What's My Age Again? fueron una completa locura. Sentía que me iba a dejar la voz o la vida, pero era feliz. Más tarde nos encontrábamos cantando Down, y luego fue el turno de I Miss You, los minutos más tranquilos y emotivos de toda la noche.
Siguieron con Wishing Well, Dumpweed, Always, Violence, After Midnight, First Date... todo estaba pasando demasiado deprisa. Todo estaba siendo demasiado perfecto. Siguieron con Heart's All Gone, Man Overboard, Ghost On The Dancefloor, y las míticas All The Smal Things y Josie en las que nosotros, el público, lo dimos todo.
Dejaron el escenario. Todo a oscuras. Aquello era un baño de sudor y lágrimas. Yo creía que me iba a morir porque no podía más.
Después de unos minutos de relativa tranquilidad para recuperar un poco de aire, apareció el señor Barker para demostrarnos una vez más porque era el rey de las baquetas. No tenía ninguna duda de que lo era, pero después de verle en acción con el solo que se marcó, quedó más que confirmado. Todos a sus pies. Voces coreaban su nombre. 
Y creo que las canciones que más disfruté fueron las tres últimas: Carousel, Dammit y Family Reunion. (también pudimos cantar Fuck A Dog y Blow Job, cosa que me encantó. Pero no recuerdo en qué momentos jajajaja)
Moshes, saltos, todos los que estábamos en la sala empapadísimos de sudor (en otras circunstancias me hubiera dado un asco tremendo JAJAJAJAJ), confeti, un Mark lleno de energía tirando púas y su adorable hijo repartiendo pegatinas (tengo que decir que Tom me decepcionó al no moverse en todo el concierto de su sitio, al contrario que Mark), gritos, thanks yous' y cosas varias. Necesidad de tirarme al suelo y acabar con toda el agua sobre la faz de la tierra.

Y eso fue. Cuando acabe de asumir y sea consciente de todo lo que viví me entrará la depresión post-concierto más bestia de mi vida, ya que el mejor concierto de mi vida no se merece menos.

Lágrimas, muchas lágrimas.
No puedo creerlo.


Gracias blink-182. Infinitas gracias. Ahora y siempre.


(No tengo fotos ni vídeos porque estaba demasiado ocupada viviendo las mejores horas ever)


hyperinsomnia.


no me ha dado tiempo de acabar de escribir la entrada bien, sorry.