domingo, 17 de marzo de 2013

Love you, I do. Stay here, I won't.

Let me feel you in my veins.
Su atracción superaba todas las leyes de la lógica y les había conducido a terminar en una apasionada lucha de caricias que ciertamente los dos habían echado de menos con cada suspiro. La forma en la que se sostenían la mirada y los suaves gemidos casi inaudibles al contacto de sus roces delataban que dónde hubo fuego, cenizas quedan. Las manos de ella acariciando cada centímetro de sus brazos y sus manos, memorizando su contorno, interiorizando cada milímetro de los poros de su piel. Él, haciéndole cosquillas en la cadera, pegándola más a su cuerpo, poniéndole la piel de gallina cómo sólo él era capaz de hacer, entrelazando sus dedos con los de ella.

… Aunque en el fondo los dos sabían que aquello no estaba bien, e internamente se preguntaban cuánto tiempo pasaría hasta que se encontraran tan cerca otra vez, o si en alguna ocasión volvería a ocurrir de nuevo. Ella sólo quería aprovechar el momento y hundir la cabeza sobre su pecho, rodearle con los brazos, sentir sus respiraciones calmadas en un silencio que expresaba muchas más cosas de las que las palabras jamás serían capaces de transmitir; mientras él intentaba esconder sus sentimientos tan a flor de piel.
Se deseaban.
Se hacían daño.
why can't everything just work out?
for once.

Ante cualquier barrera o atadura.
Lo sabían. 
Pero no funcionaría.


hyperinsomnia.

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